Tenemos que denunciar lo que sucede con las huertas sociales concedidas por el Ayuntamiento. Los adjudicatarios no llegan a recoger nada de lo plantado, porque lo roban.
El Gobierno Municipal debería poner vigilancia o cámaras de vigilancia para evitar que sucedan esos robos. No podemos exigir a los adjudicatarios que cuiden el terreno y lo mantengan todo de manera adecuada, y no protegerles de las incidencias externas.
Sucede además que algunos de los usuarios lo utilizan como terapia, pero es contraproducente para ellos por la ansiedad que les genera el no poder obtener los frutos del trabajo realizado.
Nos parece que el Ayuntamiento no puede desentenderse de una iniciativa positiva para los ciudadanos, que puesta en marcha en los presupuestos del año 2.014 para la creación de huertas sociales, y apoyada por todos los grupos municipales, en apenas cuatro años de andadura ya esté abandonado por parte del Ayuntamiento. Tenemos la obligación de garantizar a los usuarios de las ecohuertas el disfrute de las mismas.