Termina un verano que ha dado mucho de sí en Irun.
Hemos inaugurado las piscinas de Txingudi, necesidad reclamada desde hace muchos años por los irundarras que por fin se ha hecho realidad. Pero es verdad que quedan cosas por mejorar. Desde nuestro grupo queremos que se haga una segunda piscina, porque en una ciudad de 60.000 habitantes como Irun, las instalaciones actuales se quedan cortas. Y no solo es una sensación nuestra, es que nos han llegado quejas de los usuarios, porque los días de mucho calor no ha habido espacio para que puedan bañarse a la vez las 500 personas que pueden tener acceso a las piscinas porque el aforo así lo permite. Esa será una de nuestras propuestas para el próximo presupuesto, que esperamos salga adelante, a pesar de que el Gobierno Municipal no es partidario de ello: adaptar las piscinas a las necesidades de una ciudad como Irun, con la construcción de una nueva piscina.
Otro tema que ha traído cola es el bidegorri de la Avenida de Letxunborro. ¿Cómo es posible que hayamos gastado dinero en hacer algo tan mal? Sabemos que es un trazado provisional, pero aún quedan muchos años para el desarrollo definitivo de San Miguel Anaka, y no podemos estar con este bidegorri hasta entonces. Son casi 400.000€ para un trazado desde la glorieta de Puiana (la que da acceso desde la avenida hacia el Hospital Comarcal) hasta la de Zubimusu, donde Letxunborro se encuentra con la calle Hondarribia, en los cuales subes y bajas dos veces de la acera, cruzas dos pasos de cebra para coger los distintos tramos y cruzas cuatro carriles. En el tramo de la Avenida de Zubieta, tiene las salidas a contramano para el ciclista, en las que no te ven, porque los que suben, miran a los coches que también suben y no a las bicis que bajan. Absolutamente incompresible, no pensado para su uso por ciclistas.
Un asunto que nos sigue preocupando es el del comercio tradicional en Irun. Seguimos insistiendo en que hay que hacer un Plan de Acción del Comercio, para actualizarlo y hacerle competente frente a las grandes cadenas y las grandes superficies. Sabemos que desde el Gobierno Municipal se hacen cosas, pero creemos que no es suficiente. El comercio ha sido siempre uno de los pilares económicos de Irun, y para que lo siga siendo, hay que trabajar apoyando al pequeño comercio, incluso grabando los impuestos de los demás para que sean más competitivos.
Empezamos un nuevo curso en el que nuestro objetivo será, como siempre, seguir pensando en Irun y en sus vecinos, que es a fin de cuentas el mandato que nos dieron los ciudadanos cuando nos votaron hace ya tres años.
Artículo publicado en la Revista Municipal de Irun de septiembre 2018