Hasta ahora, hemos estado muy calladas con todo lo que ha acaecido en el Ayuntamiento con respecto a la Comisión de Investigación para el esclarecimiento de los hechos acaecidos en Korrokoitz. Hemos estado calladas, no porque no tuviéramos nada que decir, sino porque queríamos saber la verdad. Queríamos conocer qué había pasado en enero y cuando habláramos, hacerlo con datos objetivos, no con impulsos o intuiciones.
Nuestra concejal, Muriel Larrea, ha sido presidenta de dicha comisión, y eso nos obligaba a ser mas neutrales, mas imparciales en el proceso. Y es claro el por qué la presidencia ha recalado en nosotras, porque éramos el único grupo que no era ni arte ni parte: no fuimos proponentes de la comisión ni éramos objeto de análisis de la misma.
Aunque parezca una obviedad, queremos dejar constancia de que nos adherimos a las conclusiones de la presidenta. Conclusiones absolutamente objetivas y ceñidas al objeto de la Comisión. Conclusiones que determinan que las declaraciones del Alcalde se ajustan a la realidad de los hechos y que la actuación del Sr. Iridoy no fue de forma coordinada ni ajustada a los criterios técnicos municipales.
Pero esta historia es la de una vanidad irreflexiva y una ambición desmedida. Dos personas de dos partidos con dos egos enormes. Esta farsa producto, insistimos, de ambiciones y vanidades, en la que se mezclan la de otros grupos que han utilizado esta Comisión para poder llegar a plantear una moción de censura al Alcalde, moción que no va a salir adelante.
Y para esto, hemos gastado mas de 20.000€ de las arcas municipales. Desde nuestro punto de vista, todo un despropósito de principio a fin.